Detalle del último cartel diseñado para una corrida en Barcelona, en 2011, del artista español Miguel Barceló. |
Por: Yasser Zola. Y me pregunto ¿Quién es este ser dorado? La arena es una cortina endeble. El sol hace juego con ella, pero es permanen...
De muerte
El periodista Jean Stein entrevistó a William Faulkner en 1956. El texto fue publicado originalmente en "The Paris Review" en ...
Faulkner habla de su oficio y de su obra
¿Existe alguna fórmula que sea posible seguir para ser un buen novelista?
99% de talento… 99% de disciplina… 99% de trabajo. El novelista nunca debe sentirse satisfecho con lo que hace. Lo que se hace nunca es tan bueno como podría ser. Siempre hay que soñar y apuntar más alto de lo que uno puede apuntar. No preocuparse por ser mejor que sus contemporáneos o sus predecesores. Tratar de ser mejor que uno mismo. Un artista es una criatura impulsada por demonios. No sabe por qué ellos lo escogen y generalmente está demasiado ocupado para preguntárselo. Es completamente amoral en el sentido de que será capaz de robar, tomar prestado, mendigar o despojar a cualquiera y a todo el mundo con tal de realizar la obra.
¿Quiere usted decir que el artista debe ser completamente despiadado?
-El artista es responsable sólo ante su obra. Será completamente despiadado si es un buen artista. Tiene un sueño, y ese sueño lo angustia tanto que debe librarse de él. Hasta entonces no tiene paz. Lo echa todo por la borda: el honor, el orgullo, la decencia, la seguridad, la felicidad, todo, con tal de escribir el libro. Si un artista tiene que robarle a su madre, no vacilará en hacerlo…
Entonces la falta de seguridad, de felicidad, honor, etcétera, ¿sería un factor importante en la capacidad creadora del artista?
No. Esas cosas sólo son importantes para su paz y su contento, y el arte no tiene nada que ver con la paz y el contento.
En el año 2011, el músico canadiense Leonard Cohen recibió el Premio Príncipe de Asturias. En su discurso, hizo referencia a la gran in...
Leonard Cohen y el Premio Príncipe de Asturias
Por: Pablo Ignacio Chacón. A diferencia de lo que ocurre cuando ves una película o escuchas música, ante un libro no es la obra si no tú...
Juguetes de la historia
A diferencia de lo que ocurre cuando ves una película o escuchas música, ante un libro no es la obra si no tú el que decide la velocidad a la que irrumpe en tu cerebro. Puedes poner "pausa" las veces que quieras pero también "rebobinar", releer y re imaginar una escena que acabas de leer de una manera completamente distinta: Con otros colores, otras caras, otro sonido de fondo, otra temperatura, más o menos luz o hasta olores particulares. Y puedes hacer todo eso sin que el libro deje de ser el mismo que estabas leyendo hace sólo un momento. Incluso puedes darte el lujo de retirarlo de tu vista y quedarte mirando al frente (a la pared o a la nuca del pasajero que está en el asiento de adelante del bus) pensando en lo qué harías o sentirías tú si en vez de ser el anodino protagonista de tu propia y olvidable historia fueras uno de los personajes del cuento o la novela que estás leyendo. Y lo mejor de todo es que esa "pausa para volar" no será una interrupción real de tu lectura, sino parte esencial de ella. Es la forma que tiene un libro para colonizar el espacio que hay afuera de él e inundar -a veces sólo por un momento, a veces para el resto de tu vida- tu realidad.
No he leído todo lo que quisiera y, mucho menos, todo lo que debería haber leído, pero he tenido la suerte de experimentar esas sensaciones más de una vez gracias a textos memorables. Pero admito que me había pasado tanto en un solo libro, como me ha ocurrido con Guerra y Paz.
A propósito de uno de los puntos culminantes de la historia, el incendio de Moscú. |
Hipérboles aparte, es seguro que eso se debe al momento en que leí esta novela pero, también, a que en ella ocurren tantas cosas, se dicen tantas frases ingeniosas y cohabitan tantos personajes complejos y creíbles que es inevitable sentirse desbordado. Todos los cánones la consideran y un montón de tratados la desmigajan. Y solo por eso es probable que una sola lectura sea insuficiente para ganarme el derecho de comentarla por escrito... Pero, la verdad, mientras leía y hacía esas "pausas" que mencionaba al principio, los dedos me picaban y no podía evitar tomar apuntes. Tengo que ponerlos en algún lado. Así que ahí van...
Por: Javier Baldeón Una familia vuelve a su casa. Se la ve cansada, sucia, hambrienta. El viaje debe de haber sido largo. Cuando tod...
El amo del bisturí
En 1975, Vladimir Nabokov aceptó dar una entrevista televisiva al periodista francés Bernard Pivot. Pero puso dos condiciones: La pr...
Nabokov y la falsa taza de té
En 1975, Vladimir Nabokov aceptó dar una entrevista televisiva al periodista francés Bernard Pivot. Pero puso dos condiciones:
Notas:
1) Según relató el propio entrevistador. La cita es de un artículo del diario El País. Más información aquí.
Por: Joe Sánchez. Raudo, sorteando baches y curvas cerradas, el bus avanza por la trocha sacudiendo su vieja carrocería. -¿Dónde...
0 comentarios:
¿Algún comentario? Cuéntanos aquí.