por Luis Cruzalegui. Me veo regresando al pueblo en donde crecí en aquellas primeras vacaciones de mis años en la universidad para per...

Bryce y yo

por Luis Cruzalegui.
Me veo regresando al pueblo en donde crecí en aquellas primeras vacaciones de mis años en la universidad para perderme y olvidarme de todo: De ir a nadar al río, de salir con los amigos, de jugar fulbito y de esas páginas fotocopiadas de El huerto de mi amada, la primera novela de Bryce que leí.  Tenía 17 años. Nunca había leído tanto como en aquellos días. Luego, perdido mi libro pirata y habiendo comprado una nueva edición que sacó El Comercio, encontré la primera edición en la FIL, con la foto en blanco y negro de aquel muchacho flaco y medio despistado en la carátula, la que había leído en mis vacaciones, pero no eran hojas fotocopiadas ni estaban mal compaginadas: 23 soles pagué. Cuando llegué a mi casa, quise hojear  sólo las primeras páginas, pero no pude parar hasta terminarla… Años antes, recuerdo haberle leído algunas partes de esa novela a una ex enamorada. Y una vez, mientras navegaba en internet, encontré un blog de música que me enganchó. El perfil de quien lo administraba mencionaba El huerto de mi amada como uno de sus favoritos. Quise pensar que la administradora debía ser una chica, y  conocerla… Así es mi relación con Bryce y sus libros. Cada uno tiene un momento que recuerdo claramente.

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