Matemático de profesión, burócrata por necesidad, crítico eventual y, luego, administrador de un teatro, el irlandés Abraham Stoker (más ...

Drácula (Introducción y novela completa)


Matemático de profesión, burócrata por necesidad, crítico eventual y, luego, administrador de un teatro, el irlandés Abraham Stoker (más conocido como Bram) había escrito varios relatos de tipo gótico antes de afrontar la que sería su novela más importante: Drácula. Para componerla bebió de diferentes fuentes. La más conocida es la biografía de un personaje histórico real, Vlad Drăculea, un príncipe de  la Valaquia medieval que luchó contra el avance otomano en el este de Europa y que es considerado un héroe en su país (Rumanía). Pero su mayor fama se debe a la extrema crueldad con la que trató a quienes se oponían a su poder (lo que le valió el sobrenombre de Tepes, "El Empalador", por su forma de tortura favorita). Su legendaria "sed de sangre" sirvió de sustento a historias que encontraban el origen de su conducta en las legandarias criaturas fantásticas del folclor centroeuropeo. Estos elementos se combinaron en la mente de Stoker con una experiencia más ordinaria que tuvo el autor: Una pesadilla. En efecto, gracias a unas notas que tomó en 1890, sabemos que soñó una escena en la que varias mujeres hermosas intentan "besar en la garganta" a un joven aterrado (quizá el primer atisbo del protagonista de la obra: Johnatan Harker), acto que es intempestivamente interrumpido por un viejo conde celoso.


Bram Stoker (1847-1912)


Influencias literarias

Los críticos han advertido también la influencia de las literaturas policiales, góticas y eróticas de la segunda mitad del siglo XIX. En ese sentido se ha mencionado el método analítico de Sherlock Holmes como inspiración para el personaje de Van Helsing o el desarrollo de varios de los tópicos de Poe como la ambientación de lo "tenebroso", la temática necrofílica y hasta ideas para el final original (luego suprimido) de la novela, en el que el castillo del antagonista se "autodestruye" como lo hizo la mansión de La Caída de la Casa Usher del escritor norteamericano. También se ha señalado la deuda del autor con Mary Shelley y su Frankenstein, al exponer la imperiosa necesidad moral de los protagonistas por acabar con un monstruo, no solo porque los afecta a ellos, sino porque es un peligro para toda la humanidad. Stoker tuvo la feliz idea de combinar todos estos elementos oscuros y exóticos con otros marcadamente "ultramodernos" como transfusiones de sangre, grabaciones fonográficas o intentos de registro fotográfico, facilitando de esa manera la empatía de sus lectores victorianos con una historia que, de otro modo, hubiera podido resultar menos cercana y, por lo tanto, menos estremecedora.

El castillo de Bran, en la región de Transilvania en la actual Rumania, donde se cree que habitó el Principe Vlad que inspiró el personaje de Drácula. Imagen de Florin Sarpe para Wikimedia Commons

De qué va

La trama se inicia con el viaje que hace Johnatan Harker, joven abogado británico, a la remota propiedad de un anciano aristócrata que vive recluido en su fortaleza al pie de los montes Cárpatos. El propósito de su visita es ayudarlo a hacer "el papeleo" correspondiente a la compra por parte del noble de una propiedad en Londres. A medida que el protagonista va penetrando el país, las situaciones extraordinarias se suceden con mayor intensidad, lo que permite que los elementos fantásticos sean gradualmente aceptados por el lector. Todos ellos tienen su origen en el Conde Drácula, prototipo del vampiro, un individuo de poderes extraordinarios que ha logrado desafiar a la muerte alimentándose de sangre humana y que, además de tener una fuerza descomunal es capaz de controlar el comportamiento de bestias y personas.

La novela está estructurada en capítulos que tienen la forma de diarios, cartas, telegramas y "recortes" de periódicos que se originan en diferentes personajes relacionados con Harker y sus gestiones. Dos de ellos son especialmente relevantes: Su prometida Mina y el profesor Van Helsing. Esta multitud de puntos de vista obliga al lector a "llenar" los huecos entre los sucesos, acentuando su complicidad con la lectura, y ordenando el desarrolo de las historias paralelas con mucha facilidad.


Aunque Stoker no "inventa" al vampiro como especie literaria (mérito que le pertenence a anónimos cronistas húngaros, rumanos y alemanes de la Edad Media) ni hace la primera aproximación moderna a este tipo de personaje (que iniciaron Polidori y Byron y que inundaron las ficciones del siglo XIX) sí elabora su retrato más influyente y definitivo, como es evidente en las incontables adaptaciones al teatro, el cine, la música y las artes plásticas que ha tenido la obra. La prosa del irlandés, fluida, sensual y emocionalmente contenida, fue elogiada en su momento por Oscar Wilde que declaró que la novela era una de las mejores que había leído. Si bien esta misma consideración fue seguida por una multitud de lectores desde su primera publicación, tardó varias décadas en convencer a la crítica especializada que, al menos durante la primera mitad del siglo XX, consideró que la obra, aunque muy entretenida, era un mero pasatiempo sin valor artístico real. El tiempo, como suele ocurrir, ha sabido hacer justicia del talento literario del autor.

Mono Milenario ofrece el texto completo para su descarga en versión pdf. Para obtenerlo solo haga clic en el siguiente enlace:

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Nota: El archivo está alojado en un servidor de Google seguro, pero que no soporta descartas masivas simultáneas. La obra es actualmente de dominio público y por lo tanto libre de pago por derechos de autor. La versión que ofrecemos ha sido tomada de la Biblioteca Digital del Ministerio de Educación de Uruguay.

Pablo Ignacio Chacón

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